Un atentado con un artefacto explosivo ocurrido en la madrugada del martes 17 de diciembre en Moscú cobró la vida del teniente general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia, según informó el Comité de Investigación ruso. El hecho es un fuerte golpe a la estrategia de Vladimir Putin.
De acuerdo con las autoridades, la detonación tuvo lugar cerca de un bloque de apartamentos residenciales, donde el dispositivo explosivo había sido colocado en un patinete. En la explosión también perdió la vida un asistente de Kirillov. La agencia estatal Tass reportó, citando fuentes anónimas de los servicios de emergencia, que la bomba fue activada a distancia.
La portavoz del Comité de Investigación, Svetlana Petrenko, declaró que se ha iniciado una investigación formal para esclarecer las circunstancias del ataque. “Investigadores, peritos forenses y personal operativo están trabajando en el lugar de los hechos. Se están llevando a cabo las pesquisas necesarias para determinar todos los detalles de este crimen”, informó Petrenko mediante un comunicado oficial.
El ataque ocurre un día después de que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) acusara públicamente a Kirillov de utilizar armas químicas prohibidas en el conflicto entre Rusia y Ucrania, iniciado en febrero de 2022. El SBU aseguró haber documentado más de 4.800 incidentes donde se emplearon armas químicas, especialmente las granadas de combate K-1.
En mayo de este año, el Departamento de Estado de Estados Unidos también denunció el uso de cloropicrina —un gas químico empleado durante la Primera Guerra Mundial— contra tropas ucranianas, señalando a las fuerzas rusas como responsables.
Kirillov, quien fue designado jefe de las fuerzas de defensa nuclear rusas en abril de 2017, figuraba en la lista de sancionados por países como Reino Unido y Canadá debido a su participación en el conflicto ucraniano.
A casi tres años del inicio de la ofensiva militar, Rusia ha logrado avances territoriales limitados pero constantes, consolidando su control sobre cerca del 20% del territorio ucraniano.