El miércoles pasado, el Obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, sufrió un asalto masivo en la Autopista Puebla-Orizaba. Durante el incidente, fue despojado de su insignia episcopal, un símbolo de su cargo otorgado por el Vaticano como distinción de su posición eclesiástica.
Fuentes eclesiásticas cercanas al Obispo Eduardo Cervantes confirmaron la noticia del asalto ocurrido el pasado 3 de abril del 2024. El incidente tuvo lugar en el tramo Acatzingo-Ciudad Mendoza, específicamente en la localidad de San José Cuyachapa, en el Municipio de Esperanza, Puebla, en los límites con Cumbres de Maltrata, Veracruz.
El Padre Marcos Palacios, de la parroquia de San Isidro Labrador en Nogales, Veracruz, expresó su consternación ante el asalto sufrido por el Obispo Cervantes y otros dos sacerdotes que lo acompañaban en el momento del incidente. Aunque se informa que están ilesos, la insignia episcopal del Obispo Eduardo Cervantes fue reportada como parte de lo robado. Esta insignia, compuesta por báculo, anillo y cruz pectoral, es un distintivo importante en la jerarquía católica.
Javier Aquino Limón, Secretario de Gobierno de Puebla, corroboró el asalto, detallando que afectó a los pasajeros de siete vehículos, incluyendo cinco automóviles particulares y posiblemente dos tractocamiones. El robo incluyó objetos personales como celulares y carteras.
Limón destacó la preocupación por la seguridad en la autopista, reconociendo la necesidad de reforzar la vigilancia, especialmente en áreas propensas a este tipo de incidentes. Señaló que se ha informado a la Guardia Nacional y se intensificarán los esfuerzos para prevenir futuros robos.
En las redes sociales, se compartieron imágenes y videos del asalto masivo perpetrado por al menos ocho individuos armados. Este incidente subraya la urgencia de mejorar la seguridad en los tramos afectados, donde los asaltos se han vuelto recurrentes, especialmente cerca de la caseta de cobro del Municipio de Esperanza.
El año pasado, se registraron asaltos similares en la misma vía, lo que ha generado una creciente preocupación y demanda por medidas de seguridad más efectivas. Las autoridades locales y la Guardia Nacional están siendo instadas a tomar acciones concretas para abordar esta problemática y garantizar la seguridad de los viajeros en la región.
