El Obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, quien estuvo desaparecido durante 48 horas, fue encontrado ayer en un hospital público en el Centro de Cuernavaca, mostrando signos de violencia física y aparentemente bajo la influencia de drogas.
De acuerdo con una persona allegada a la investigación, el obispo fue agredido y drogado antes de ser llevado al hospital. El fiscal Uriel Carmona informó a los medios que, aparentemente, el obispo fue víctima de un secuestro exprés con el objetivo de vaciar sus cuentas bancarias utilizando su tarjeta de débito.
Por el momento, las autoridades indicaron que el secuestro del obispo no parece estar relacionado con su labor de mediación en Guerrero para lograr la paz entre los grupos del crimen organizado que operan en la región. Sin embargo, amigos del obispo señalaron que la desaparición ocurrió el sábado y que si el propósito hubiera sido robarle, no habría sido liberado hasta el lunes: “Va más allá de un simple robo de dinero”, aseguró uno de sus cercanos.
El clérigo de 78 años, quien sufre de hipertensión arterial, tiene un marcapasos y enfrenta secuelas del Covid-19 que contrajo en 2020, fue secuestrado cerca de su residencia en Jiutepec, Morelos, la tarde del sábado 27 de abril.
El lunes las autoridades de Morelos reportaron a Rangel en el hospital “Dr. José G. Parres” de Cuernavaca, luego de que se hicieran públicas denuncias sobre su desaparición desde la mañana del lunes. Según una fuente del hospital, ingresó como un paciente desconocido.
Una persona cercana al prelado que acudió rápidamente al hospital reveló que el obispo presentaba contusiones en su cuerpo y mostraba signos de estar bajo los efectos de las drogas. Además, se informó que el examen toxicológico realizado arrojó resultados positivos para benzodiacepinas y cocaína.
El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, recibió el informe médico que confirmaba la presencia de drogas en el organismo del obispo. Según este informe, Rangel fue encontrado en un hotel no identificado y trasladado al hospital por paramédicos.
El sacerdote Juan Ricardo Negrete Cárdenas presentó una denuncia ante la Fiscalía estatal por la desaparición del obispo. En la denuncia se mencionó que Rangel salió de su casa en Jiutepec el sábado por la noche y que la búsqueda comenzó el domingo, haciéndose pública el lunes.
Rangel ha sido conocido por su firme postura contra la violencia y la inseguridad en Guerrero, incluso negociando treguas con grupos del crimen organizado para mejorar la situación de seguridad en la región.
Tras ser encontrado, el obispo fue trasladado a un hospital privado en Cuernavaca para recibir atención especializada, aunque se informó que su estado era estable.