Magistrado zacatecano pro Monreal operó contra Alessandra Rojo en TECM
Resulta que el magistrado Armando Ambriz Harnández, del Tribunal Electoral de la CDMX (TECM), nacido el 22 de mayo de 1974 en Zacatecas, es “fan” de Ricardo Monreal Ávila, el zacatecano padre de la zacatecana Caty Monreal, candidata de Morena a la alcaldía Cuauhtémoc.
Egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Armando Ambriz operó la maniobra para echar abajo el triunfo de la priista Alessandra Rojo de la Vega como alcaldesa de Cuauhtémoc en la CDMX, al ordenar el conteo total de votos.
Ayer el Tribunal Electoral de la Federación echó abajo el conteo de votos, y le ordenó al TECM que emita una nueva resolución fundada y motivada. La medida retrasará 15 días el triunfo de Alessandra.
A todo el que quería escucharlo, el zacatecano magistrado Ambriz presumía el padrinazgo del coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien pretende la misma batuta, pero ahora en la Cámara de Diputados.
Y ahora que Morena y aliados pretenden el asalto al Poder Judicial, vía la reforma de Andrés Manuel López Obrador, pues Armando Ambriz ya se vio con un futuro ga-ran-ti-za-do. Igual y se postula para ministro de la Suprema Corte de Justicia ¡tiene padrino paisano!
Huele a podrido la Ley Electoral, jugoso negocio de Alito Moreno en el PRI
Algo huele muy podrido en el anacrónico sistema de partidos de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Se ha convertido en un refugio de mercenarios vividores, a costa de los impuestos de todos los ciudadanos.
Las escenas del negocio que afianzó ayer Alejandro “Alito” Moreno en la Asamblea del PRI, para mantenerse 8 años como presidente del instituto, a costa del erario, es una mentada, NO solamente para los tricolores, para los ciudadanos en general que pretenden una candidatura independiente y se topan con un muro infranqueable de leyes de estos mercenarios.
Vean las reformas aprobadas ayer: “Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas durarán en su función cuatro años, y podrán ser electas hasta por tres periodos consecutivos”.
“Las personas actualmente titulares de la presidencia (esto es Alito Moreno) y la secretaría general, podrán participar en el proceso de renovación, considerándose su elección inmediata anterior, como la primera de las que prevé el citado precepto”.
La SSPC de García Harfuch a nivel de subsecretaría
Siendo generosos, a nivel de subsecretaría quedará la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que tomará Omar García Harfuch a partir del 1 de octubre, una vez que el Congreso vote por el pase de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa.
El senador electo va a extrañar la SSPC de la CDMX, donde operaba con más de 65 mil efectivos, ahora que Claudia Sheinbaum Pardo le dio el nombramiento, será prácticamente un membrete, con el 25% del presupuesto actual, si bien le va.
Y aún cuando a Harfuch se le oye muy optimista, haciéndose “coco wash” en medios de comunicación, explicando “lo importante que será esa área de investigación” y los cambios que impulsará el mes estará de Senado, pues simplemente le dieron gato por liebre, a cambio de dejarle libre la candidatura a Clara Brugada Molina, en la Jefatura de Gobierno CDMX.
La ingenuidad de los desmemoriados crea escenarios imaginarios donde las dependencias de seguridad pública caminan de la mano por una ruta rosa, pero nunca ha ocurrido eso, por más que quisieron meter orden Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Las patadas bajo la mesa siguen haciendo mucho ruido entre el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional (antes Policía Federal), la prueba está en que esa grilla reventó al general Luis Rodríguez Bucio.
El otrora comandante de la Guardia Nacional puso a disposición de su candidato presidencial, Secretario de Gobernación Adán Augusto López, aviones militares para hacer campaña. Más de uno (o una) se quejó, y lo echaron.
Bucio terminó como presentador de datos de seguridad de Rosa Icela Rodríguez en las conferencias mañaneras. ¡Ya se veía como Secretario de la Defensa!