En una controvertida sesión de último momento, el Senado aprobó una reforma que concede mayoría al Gobierno en los comités del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), generando intensos reclamos de la oposición, que denuncia un posible uso discrecional de los recursos de los trabajadores.
Entre los cambios aprobados, destaca la autorización para que el director del Infonavit, designado por el presidente de la República, en este caso Octavio Romero Oropeza, quien dejó quebrado PEMEX como Director General, tenga derecho de veto sobre las decisiones del Instituto. Además, la reforma permite que el Infonavit, a través de una empresa filial gubernamental, construya viviendas y administre los recursos del fondo, una atribución que rompe con el esquema tripartita tradicional que garantizaba la participación equitativa de Gobierno, sector privado y sector obrero.
El artículo clave de la reforma
El artículo 42 de la nueva ley establece que el Instituto podrá destinar los recursos bajo su administración para inversiones propias, incluyendo la construcción, adquisición y mantenimiento de inmuebles. Estos inmuebles estarán destinados a vivienda para los derechohabientes, aunque se promete que siempre se priorizará el otorgamiento de créditos.
Esta medida generó críticas severas en el Senado. “En cuanto esta ley entre en vigor, el Gobierno podrá usar el dinero de los trabajadores para sus proyectos de vivienda. Dicen que será un gran negocio, pero nadie garantiza que así sea”, afirmó el senador panista Ricardo Anaya.
Reacciones divididas
La oposición también cuestionó el momento elegido para aprobar la reforma. “Así como en el pasado se nos impuso la reforma energética un 12 de diciembre, ahora Morena nos recetó esta reforma el viernes 13, desapareciendo la voz de los trabajadores en el manejo de su propio dinero”, denunció la senadora Alejandra Barrales de Movimiento Ciudadano.
Por su parte, los defensores de la reforma argumentaron que los cambios buscan proteger los intereses de los trabajadores. “El Infonavit fue durante mucho tiempo la caja chica de proyectos personales y políticos. Queremos evitar que eso vuelva a suceder”, justificó la senadora Blanca Judith Díaz, de Morena.
Cambios en la estructura del Infonavit
Aunque la Asamblea General se mantiene como el máximo órgano de decisión y conserva el carácter tripartita, el número de integrantes se redujo de 45 a 30. Asimismo, se modificó la composición del Consejo de Administración y de las comisiones encargadas de la vigilancia y transparencia, otorgando al Gobierno mayor representación.
Estas comisiones, esenciales para supervisar los fondos, estarán integradas por cinco representantes del Gobierno frente a tres del sector privado y tres del sector obrero, rompiendo la paridad previa.
Impacto potencial
La reforma fue aprobada con 68 votos a favor, 29 en contra y ninguna abstención, y ha generado un intenso debate sobre su impacto a largo plazo. La oposición advierte que el control gubernamental sobre los recursos del Infonavit, que ascienden a 2.4 billones de pesos, podría derivar en un uso discrecional que afecte la estabilidad del fondo.
Mientras tanto, los promotores de la medida aseguran que esta iniciativa representa un avance para garantizar viviendas dignas para los trabajadores y eliminar posibles malos manejos. El tiempo dirá si esta reforma logra cumplir sus promesas o si, como temen sus detractores, representa un retroceso en la autonomía del Infonavit y la seguridad financiera de los trabajadores.