La guerra comercial entre Estados Unidos y China se intensificó esta semana luego de que el presidente Donald Trump defendiera enérgicamente su política arancelaria, asegurando que sus medidas han golpeado con mayor fuerza al gigante asiático que a la economía estadounidense. A través de su red Truth Social, el mandatario reafirmó que China y otras naciones han abusado económicamente de EE.UU. durante décadas, situación que —según dijo— ya no está dispuesto a permitir.
“China ha sido golpeada mucho más fuerte que Estados Unidos, ni siquiera se compara”, escribió Trump. “Nos han tratado de manera insosteniblemente injusta. Hemos sido el blanco tonto e indefenso, pero eso se acabó”.
Trump también destacó lo que considera logros económicos de su segundo mandato, mencionando una supuesta recuperación en el empleo y un repunte en inversiones. “¡Ya son más de cinco billones de dólares en inversiones, y sigue aumentando rápidamente! Esto es una revolución económica, y vamos a ganar”, afirmó.
Las declaraciones del presidente estadounidense se produjeron apenas horas después de que el Gobierno chino condenara oficialmente los nuevos aranceles impuestos por Washington, calificándolos de “egoístas y proteccionistas”. Pekín denunció además que las medidas violan los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y exigió negociaciones basadas en la igualdad.
Como respuesta directa, China anunció un arancel del 34% sobre productos estadounidenses, en un claro gesto de represalia. Las medidas chinas entrarán en vigor el próximo 10 de abril. Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino confirmó que ha presentado una queja formal ante la OMC y advirtió sobre la implementación de controles en la exportación de tierras raras, minerales esenciales para la fabricación de tecnología, baterías de autos eléctricos y sistemas de defensa.
“Instamos a Estados Unidos a retomar el diálogo con consultas de igual a igual”, señaló Guo Jiakun, portavoz de la cancillería china, subrayando las consecuencias globales del conflicto.
Los mercados financieros reaccionaron con fuerza ante la escalada. Wall Street registró una jornada negra el viernes: el Nasdaq cayó un 5.8%, empujándolo a una baja de más del 20% desde su máximo histórico en diciembre. Empresas tecnológicas con fuerte exposición al mercado chino como Apple y Nvidia perdieron 4.7% y 7.6%, respectivamente. Los principales índices de Asia y Europa también reportaron pérdidas significativas.
Mientras tanto, Trump insiste en que Estados Unidos debe mantenerse firme, pese a las dificultades económicas a corto plazo. “No será fácil, pero el resultado final será histórico. ¡Vamos a hacer que Estados Unidos sea grande otra vez!”, concluyó el mandatario en su publicación.
El conflicto comercial entre las dos principales potencias económicas del mundo amenaza con desestabilizar aún más el panorama financiero global, mientras analistas y organismos internacionales llaman al diálogo urgente para evitar un daño prolongado.