El presidente de EE.UU. ordenó movilizar tropas del Cuerpo de Marines a California en respuesta a las protestas tras redadas migratorias. El gobernador Gavin Newsom denunció una “violación a la soberanía estatal” y calificó la medida como autoritaria e ilegal.

Los Ángeles, California – 9 de junio de 2025

El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de aproximadamente 700 marines activos en Los Ángeles, junto con el envío de 2,000 elementos de la Guardia Nacional, en medio de crecientes protestas desatadas por recientes operativos migratorios llevados a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

El movimiento, considerado por analistas como el mayor despliegue militar interno desde los disturbios de 1992 en la misma ciudad, fue recibido con una inmediata reacción de rechazo por parte del gobernador de California, Gavin Newsom, quien calificó la decisión como un acto “ilegal, inmoral e inconstitucional”.

“Esto no es una presidencia, es un ensayo autoritario. Trump está actuando como dictador”, acusó Newsom en conferencia de prensa, al tiempo que anunció acciones legales contra el Gobierno federal por no coordinar con las autoridades estatales.

Fundamento legal y tensión federal

De acuerdo con fuentes oficiales, el despliegue se realizó bajo el Título 10 del Código de Servicios Armados, que permite al presidente nacionalizar fuerzas estatales sin el consentimiento del gobernador. Esta disposición no se utilizaba en el país desde el movimiento por los derechos civiles en 1965.

Los operativos militares comenzaron tras disturbios registrados en varios puntos del condado angelino, donde ciudadanos denunciaron uso excesivo de la fuerza por parte de agentes migratorios. La intervención federal, sin embargo, ha generado temor entre autoridades locales de que las tensiones puedan escalar aún más.

“La presencia de marines en las calles no sólo no fue consultada, sino que podría agravar el conflicto. Esto pone en riesgo tanto a manifestantes como a las fuerzas del orden”, advirtió el jefe de Policía de Los Ángeles, Michel Moore.

Reacciones divididas y nuevas protestas

La Casa Blanca defendió la decisión argumentando que se busca “restaurar el orden y proteger instalaciones federales” ante lo que denominó actos “organizados de vandalismo y desobediencia civil”.

Sin embargo, grupos de derechos humanos y legisladores demócratas han advertido que la medida podría constituir un abuso de poder por parte del Ejecutivo. En paralelo, organizaciones civiles convocaron nuevas marchas en distintas ciudades del país en repudio al despliegue militar.

Mientras tanto, la Corte Federal del Noveno Circuito analiza la demanda interpuesta por el gobierno estatal de California, lo que podría abrir un nuevo capítulo en la confrontación entre los poderes federales y estatales en EE.UU., en pleno año electoral.

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