Washington, D.C. – El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ratificado la imposición de aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México a partir del próximo 4 de marzo. La medida, según el exmandatario, responde a preocupaciones sobre la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump aseguró que “los aranceles van adelante y se implementarán según lo previsto”. Agregó que su administración busca proteger los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos, advirtiendo que podrían establecerse más impuestos a la importación en el futuro.
La decisión ha generado preocupación en México, donde el gobierno de Claudia Sheinbaum intensifica esfuerzos diplomáticos para negociar con la administración estadounidense y evitar la aplicación de los aranceles. “Estamos en conversaciones para encontrar una solución que beneficie a ambas naciones”, declaró Sheinbaum en un reciente evento en la Ciudad de México.
Economistas y empresarios advierten que la imposición de estos aranceles podría afectar significativamente sectores clave como el automotriz y el manufacturero. Según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), un gravamen del 25% sobre el acero y el aluminio podría representar una pérdida económica superior a los 29,000 millones de dólares para México.
Asimismo, se ha informado que el equipo de Trump ha instado a México a imponer aranceles a las importaciones chinas como parte de las negociaciones para evitar los nuevos impuestos. No obstante, el gobierno mexicano aún no ha emitido una postura oficial sobre esta solicitud.
Las negociaciones entre ambos países continúan, mientras el sector empresarial mexicano se mantiene alerta ante posibles afectaciones comerciales. Se espera que en los próximos días haya más reuniones para intentar evitar la aplicación de los aranceles y sus posibles repercusiones económicas.