Washington, D.C. – En su primer discurso ante el Congreso tras regresar a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump reiteró su postura sobre la inmigración y el comercio con México, acusando al país vecino de enviar criminales a Estados Unidos y justificando sus nuevas políticas arancelarias.
Trump afirmó que su administración ha logrado la cifra más baja de cruces fronterizos ilegales, gracias a sus medidas de seguridad reforzadas. En este contexto, lanzó una polémica declaración al acusar a México de haber enviado a 29 criminales peligrosos a Estados Unidos. “México nos envió 29 de sus peores criminales. ¿Por qué? Porque quieren que seamos felices. Pero no lo somos”, declaró el presidente, sin presentar evidencia concreta sobre el caso.
Además, el mandatario defendió su reciente implementación de aranceles recíprocos a México, China y Canadá, argumentando que estas tarifas buscan proteger la economía estadounidense y frenar el tráfico de fentanilo que, según él, proviene en gran parte de territorio mexicano. “Estamos enfrentando una crisis de drogas que está destruyendo nuestras comunidades, y estos aranceles nos ayudarán a detener el flujo de sustancias ilegales”, afirmó.
Las declaraciones de Trump sobre México han generado fuertes reacciones tanto en el ámbito político como en el sector empresarial. Mientras los republicanos aplaudieron sus medidas de seguridad y comercio, la oposición demócrata denunció su retórica como divisiva y sin fundamentos claros. La senadora demócrata Elissa Slotkin advirtió que las tarifas impuestas por Trump podrían afectar a los consumidores estadounidenses y provocar una recesión, especialmente en sectores que dependen del comercio con México.
El discurso de Trump reafirma su enfoque agresivo en materia migratoria y comercial, lo que podría tensar aún más las relaciones con el gobierno mexicano en los próximos meses.